Los niños tienen sus propias maneras de ver, de pensar y de sentir, y, como dijo en su día Jean Jacques Rousseau, “nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las de los adultos “. Mapanda comparte la misma filosofía y nace precisamente para devolverle a los niños el derecho a ser niños, de disfrutar, jugar y vestirse como niños, y no como adultos en miniatura.
Los niños son por naturaleza espontáneos, divertidos, exploradores y rebeldes, estas actitudes son el motor de Mapanda, promoviendo la creatividad y la imaginación de los infantes y por esta razón, cuenta con su sección playlab que ofrece actividades DIY (hágalo usted mismo en español) para fomentar la imaginación a través de las manualidades. Sus diseñadores han volcado toda su experiencia y ha creado piezas divertidas, didácticas e imaginativas que invitan a los más pequeños al juego.
Con secciones como Little Mapanda, Mapanda Girls y Mapanda Boys ofrecen prendas y vestidos infantiles fabricados bajo procesos controlados y transparentes, y una proyección de posicionamiento internacional orientada a conscious consumers. Mapanda crea colecciones con un sumo cuidado y ajenas a las tendencias nocivas, con ciclos de producción sostenibles que promueven un consumo responsable, entendiendo éste como la elección de los productos no sólo en base a su calidad y precio, sino también por su impacto ambiental y social, y por la conducta de las empresas que los elaboran. Adquirir ropa fabricada con algodón orgánico, contribuye a potenciar un mercado más justo y solidario, respeta la naturaleza, cuida la salud de las personas y ayuda a mantener el desarrollo sostenible.