Comprar una vivienda es un proceso que implica un endeudamiento por muchos años. Pedir financiamiento al banco es una decisión bastante seria, sobre todo si se trata de montos elevados, ya que ese dinero hay que devolverlo y con intereses. Es por eso que se deben conocer los productos financieros que ofrecen los bancos para tal fin, y en ese sentido, escoger el más adaptado a nuestras propias posibilidades.
Medidas laboriosas


Los créditos por lo general tienen un tipo de interés muy alto y los costos administrativos son igualmente altos. Los intereses de los créditos siempre rondan el 8% anual, mucho más alto que una hipoteca. Los interese de las hipotecas se basan en el indicador Euribor, que es la tasa de interés a la que los bancos se prestan entre sí.
El Euribor
El Euribor se calcula a diario, semanal, mensual o anual, y en la mayoría de los casos es el cálculo anual el que rige para las hipotecas. Del último nivel que alcanza el Euribor, se suma un determinado monto que fijará el tipo de interés para la hipoteca. Otro aspecto a tomar en cuenta es que los plazos de amortización de los créditos son mucho más cortos con relación a los plazos de las hipotecas.
Definitivamente, con una hipoteca encontramos mejores condiciones a la hora de la devolución del dinero al banco, con intereses más bajos y con un plazo mucho mayor en años para pagar la totalidad del dinero que se ha solicitado al banco.